Es el edificio religioso más notable de Ojos Negros. Data del tercer cuarto del siglo XVIII, sus obras comenzaron en 1751 y concluyeron en 1774.
Su planta de cruz latina está articulada por tres naves con capillas laterales entre los contrafuertes y un crucero destacado en planta. La nave central está cubierta con bóveda de cañón con lunetos, las laterales con bóvedas de arista y el crucero con cúpula sobre pechinas.
La torre se sitúa a los pies, en el lado de la epístola, fue levantada en ladrillo con una decoración en resalte compuesta de rectángulos y rombos. En 1986 se realizó una reforma, que resulta muy visible ya que no continúa con el modelo original de ladrillo resaltado.
En la fachada de sillería se abre una sencilla portada adintelada entres pilastras. La hornacina está ocupada por una imagen en piedra de la virgen del Pilar esculpida en 1990 por el escultor local Kpis.
En su interior destacan la talla medieval de la Virgen de las Masas, tal vez fechada en el siglo XIII, y la del Cristo Crucificado, junto con el retablo tardo gótico de la Virgen, restaurado este año.
En la actualidad /también se encuentra en la iglesia parroquial el retablo gótico de la Virgen ubicado originariamente en la Ermita del Cristo de Herrera. Fue recortado y montado sobre un soporte de hierro para ajustarlo a la capilla de la iglesia, midiendo cinco metros de alto por tres de ancho, aunque se cree que pudo ser mayor en sus orígenes.
Ha sido restaurado en el año 2013, recuperando su intenso colorido.
Se encuentra en la Plaza del Ayuntamiento.
Se trata de un edificio de mampostería erigido sobre una planta de cruz latina y cubierto con bóvedas de cañón en las naves y cúpula en el crucero.
Su configuración actual corresponde a la reforma dieciochesca del anterior templo, a juzgar por la fecha de 1642 que figura en un sillar reutilizado y la de 1742 que ostenta el cerrojo de la puerta, lo que confirman datos documentales referentes al comienzo de las obras en torno a esa fecha, bajo la dirección de José Chiminer.
La escultura de la titular, que está alojada en la hornacina de la portada, es una obra del escultor local Kpis concluida en 1897.
Son dignos de mención el retablo mayor, de la segunda mitad del siglo XVIII, así como un Cristo del siglo XIV y un retablo de San Roque, del siglo XVI.
Repartida por las calles del pueblo podemos encontrar la inagotable obra del escultor local, Felipe Martínez Garcés, conocido como “Kpis”.
Se trata de un escultor autodidacta, cuyas manos han moldeado infinidad de piedras, maderas y otros materiales. Incluso su cadena de eslabones unidos entre sí sin ningún tipo de soldadura, está incluido en el libro Guiness de los Records.
Es el torreón mejor conservado de los tres que pueden verse en el muro del castillo que se elevaba en la zona más alta del pueblo.
Se trata de un magnífico torreón de planta cuadrada, en cuya base se cobija una poza de agua que lo abastecía. La fase final tal vez haya que datarla a comienzos del siglo XVII, aunque presenta evidencias que sugieren fases constructivas mucho más antiguas.
Actualmente en su interior se expone un pequeño pero interesante conjunto de aperos relacionados con la explotación de la sal en las salinas de esta localidad.
Imprescindible su visita por ser el único de sus características en todo Aragón, constituye el único ejemplo restaurado de uno de estos ingenios en el tercio meridional de esta Comunidad Autónoma.
Desde su mirador se puede apreciar gran parte del Valle del Jiloca.
De torre mediterránea, tiene una cubierta con forma cónica y bastante peraltada, siendo toda ella de madera. Por su tipología se le puede datar entre los siglos XVI y XVII. Posee dos plantas, la primera recibe el nombre de camareta, y se trata de una habitación de tránsito en la que se guardaban diversos útiles como los lienzos, las aspas, las sogas, las cuñas etc. La alacena excavada en el muro servía para este fin. La escalera, que asciende de la planta primera, estaba situada en la proyección de la de la planta baja. La planta segunda o moledero es la más importante, puesto que albergaba la maquinaria de molienda. Presenta tres ventanas, con la finalidad de averiguar la dirección del viento y orientar las aspas, moviendo la totalidad de la cubierta.
La maquinaria está formada por las aspas, en número de dos, el eje que se encuentra apoyado en las piedras bóllega y rebote, la rueda catalina, rueda dentada, unida firmemente al eje y que rueda con éste, la linterna atravesada por el barrón y, por último, la piedra que gira denominada volandera y, debajo de esta piedra, la solera que es fija y se apoya en una bancada de obra.