Es el torreón mejor conservado de los tres que pueden verse en el muro del castillo que se elevaba en la zona más alta del pueblo.

Se trata de un magnífico torreón de planta cuadrada, en cuya base se cobija una poza de agua que lo abastecía. La fase final tal vez haya que datarla a comienzos del siglo XVII, aunque presenta evidencias que sugieren fases constructivas mucho más antiguas.

Actualmente en su interior se expone un pequeño pero interesante conjunto de aperos relacionados con la explotación de la sal en las salinas de esta localidad.